jueves, 11 de mayo de 2017

Las diez historias astrobiológicas - CAPÍTULO I (Tercera parte)

CAPÍTULO  I



Tercera parte




El dogma central de la Biología


El dogma central de la biología (Imagen 1), con algunas excepciones, muestra que la información en el DNA se copia a RNA y éste contiene las instrucciones para la fabricación de las proteínas, los obreros celulares. Sin embargo, si pensamos, llegamos a una paradoja, y es que para copiar el DNA se requieren proteínas, pero la información de esas proteínas está en el DNA, entonces, ¿qué fue primero, el “huevo” o la “gallina”?



Imagen 1. Dogma central de la Biología

Bien, aunque hay varios modelos, los podemos clasificar en dos tipos: el modelo hereditario y el modelo metabólico (Imagen 2). El modelo hereditario se basa en el hecho de que algunos RNAs tienen la capacidad de realizar funciones propias de las proteínas; en el llamado “mundo del RNA”, la vida evolucionó a partir de RNA y combinaría las funciones, tanto del DNA como de las proteínas en la actualidad. El otro modelo, que personalmente es el que más me gusta, es “el mundo metabólico”, que indica que durante la evolución prebiótica, se generaron cadenas de reacciones catalizadas entre moléculas orgánicas y minerales que fueron aislados por una membrana del exterior. En este modelo, el propio entramado metabólico actúa como almacén de la información y como agente constructor, por lo que no se requiere ninguna molécula que guarde la información. Para entender esta idea pensemos en lo siguiente: usted va con una lista de la compra al supermercado y esa lista contiene la información de los alimentos a comprar; pero si usted sale con la compra del supermercado y tira la lista, la información usted no la pierde realmente, puesto que en los productos que ha comprado está la misma información que la que tenía en la lista.


Imagen 2. Modelo esquemático de los posibles primeros pasos de la evolución prebiótica en el camino a la vida. Fuente: desconocida. 

Posteriormente, la evolución del RNA y el DNA podría haber sido la consecuencia de la actividad vital de esos primeros entes vivos, ya que tener repartida las diferentes funciones, favorecería una mayor variación y adaptación. Quizás surgieron como almacenadores de energía, en un primer momento, o debido a infecciones víricas, quién sabe; lo que sí sabemos es que los nucleótidos juegan un papel fundamental como almacenadores (DNA) y transmisores de la información (RNA). Este papel se encuentra en la bioenergética celular (los nucleótidos trifosfato, fundamentalmente el ATP) y en la construcción de las proteínas (ya que la actividad de los ribosomas, que es dónde se construyen las proteínas marcadas por la lectura del RNA mensajero, reside en las cadenas de RNA que forman su estructura), elementos claves de la vida celular, por lo que todo esto no puede ser casual.

En la Tierra se dan las condiciones de temperatura, presión, etc. adecuadas para permitir la existencia del agua en sus tres estados; Es lo bastante grande como para mantener aún activo su interior geológico, impulsando los procesos que alimentan a géiseres y volcanes, además de mantener en su núcleo un campo magnético que nos protege de la fuerza brutal del Sol. La Tierra es la que en sí misma ha cobrado vida.



Escrito por José Jordán Soria

No hay comentarios:

Publicar un comentario