martes, 20 de agosto de 2019

No hay peor ciego que el que no quiere ver


PSEUDOMEDICINA, Y SI, ¿NOS MOLESTAMOS EN DIFERENCIARLA DE LA MEDICINA CONVENCIONAL?

Fuente: La Ciencia y sus Demonios


La medicina convencional es realizada por profesionales sanitarios titulados: médicos, enfermeros, psicólogos, fisioterapeutas, profesionales que avalan prácticas que cuentan con evidencias científicas. Por tanto, la medicina alternativa puede ser definida como una práctica cuya eficiencia no ha sido certificada ni demostrada científicamente.

Aunque parezca extraño, en pleno siglo XXI, tras miles de herramientas de laboratorio que demuestran en un experimento mediante la aplicación del método científico qué funciona y qué no, aún existen personas con una educación exquisita que defienden estas terapias alternativas. Una de las pseudomedicinas más conocidas a nivel mundial, en la que hay personas que defienden sus poderes terapéuticos porque son empleadas desde la antigüedad o porque un familiar o el vecino le ha aconsejado su uso, es la Homeopatía.

Pero, ¿qué es la Homeopatía?

La homeopatía no deja de formar parte de una pseudociencia, pseudomedicina, medicina alternativa que no usa ningún principio activo y que defiende el fundamento del médico Samuel Hahnemann a principios del siglo XIX, que decía que “lo similar cura lo similar”.

Pero, ¿y en qué se basa la Homeopatía para ser defendida?

En la “memoria del agua”, teoría que defiende que el agua retiene en su memoria el contacto que ha tenido con un principio activo, aun no habiendo estado en contacto realmente con él.

¿En qué consiste?

Consiste en coger una pequeña cantidad de una sustancia que supuestamente crea síntomas similares a la de una enfermedad cualquiera y se diluye en 99 partes de agua. Por tanto, en el agua no queda apenas traza alguna de esa dichosa sustancia que genera esos síntomas, ni tan siquiera y mucho menos el ansiado principio activo que todo científico que se apoya en evidencias científicas desea encontrar en un producto homeopático. Vamos, es como decir que, un catarro que nos hace moquear y lagrimear, se cura con una cebolla porque nos hace tener los mismos síntomas, pero atención no la cebolla literal, sino el jugo de ésta diluido en 99 partes de agua. La homeopatía defiende que cuanto más diluido se encuentre el “principio activo” más potente es su efecto curativo, conllevando a la defensa de: “El uso de productos o tratamientos homeopáticos hace que carezca de efectos secundarios” pero ya sabemos todos por qué es ¿o todavía no?

Por algo se usará, ¿será que es milenaria?

Pues no, no es milenaria, ya que fue creada -como ya hemos comentado- en el siglo XIX, no tiene ni 300 años, así que no vale la excusa de que es usada desde la antigüedad porque no puede ser confundida con la Medicina Tradicional. Aún si fuese una medicina de la antigüedad tampoco debe ser defendida hasta la muerte, ya que antigua no viene enlazada con buena… ya que en la antigüedad miles de civilizaciones realizaban sacrificios para evitar alguna enfermedad o para una buena época de cultivos y no funcionaban.

Por tanto, ¿No es lo mismo Homeopatía que medicina tradicional?

No, no es lo mismo. La mayoría de las personas defienden la homeopatía como una medicina milenaria y no podemos confundirla con la medicina natural o naturopatía la cual puede tener una base científica demostrada para su uso médico-terapéutico. A su vez, ninguna debe ser confundida con los principios activos o fármacos.

Queda claro que la Homeopatía no ha sido demostrada aún científicamente y que no hay evidencia alguna de que los resultados estadísticos sean mejores que aquellos que emplean placebo en su lugar y, que la diferencia real y clara entre Homeopatía, Naturopatía y Medicina convencional consiste en que una no tiene ningún sentido, la otra usa remedios naturales y la última es la única que puede ser considerada un producto farmacéutico regulado.

Por tanto, es importante afirmar que es muy peligroso el uso de medicinas alternativas en adultos, mayores, niños y animales si estas sustituyen a los tratamientos médicos realmente efectivos y comprobados.

Escrito por Esther Acosta-Cumplido

No hay comentarios:

Publicar un comentario